Fiestas y ferias en el Concejo de Valdés

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Descripción

Tienen los eventos festivos en el concejo o municipio asturiano de Valdés una destacada significación, al tiempo que un carácter peculiar. Si difícil es concebir una explosión de alegría como la que cada 22 de agosto acontece en la villa de Luarca —fiesta de San Timoteo—, también es difícil encontrar una religiosidad como la que define la Semana Santa luarquesa. Así es Luarca: alegre, bulliciosa y vital, en determinados momentos; recogida, silenciosa y metida en sí misma, en otros.

Cronológicamente, los Carnavales (Antroxu) son el punto de partida del anual acontecer festivo. Desfiles de disfraces, festival de murgas, elección de la reina del Carnaval y entierro de la sardina marcan unas jornadas en las que no falta el buen comer, al ofrecer la hostelería de la Villa, durante esos días, el célebre menú de antroxu: embutidos, picadillo, pote, medio gochu por cabeza, frixuelos y arroz con leche.

Pasados los Carnavales, y tras un periodo de calma festiva, comienza la Semana Santa, en la cual los actos procesionales poseen un especial atractivo, alcanzando su momento culminante el Jueves Santo, con la subida del Nazareno —en la noche— desde la iglesia a la ermita de la Atalaya. Junto al contenido litúrgico, la Semana Santa es para Luarca el anticipo del verano, al llenar sus calles miles de visitantes que acuden a participar del hecho religioso y a vivir un excelente ambiente.

Es el mes de agosto el que define el verano y las fiestas luarquesas, en especial las dos más señaladas: El Rosario y San Timoteo. El Rosario, que se celebra el 15 de agosto, es fiesta propia de los hombres del mar; durante la noche previa, es tradicional el canto de habaneras y de otras viejas canciones por los bares de la Villa. Al día siguiente, coincidiendo con la pleamar, hay procesión marinera, en la que toda la flota pesquera acompaña a la Virgen en su saleo o paseo por la costa luarquesa.

El 22 de agosto es el día de San Timoteo, fiesta que no pocos consideran la más alegre, explosiva y participativa de las que acontecen en todo el Principado. Dura toda una semana, comenzando el domingo previo con la entrega en el Campo del bollo y vino a los cofrades, que allí lo degustan al tiempo que leen La Pastoral, donde en clave de humor se señalan los acontecimientos y anécdotas más destacadas ocurridas en el año luarqués. Disfraces infantiles, actuaciones musicales y animadas verbenas conducen al punto álgido festivo, el Día Grande, en el que se parte, a las diez de la mañana, hacia el campo de la romería, en procesión cívica en torno al popular carro con el vino tirado por un caballo, con el delicioso acompañamiento de grupos de gaitas, infatigables charangas, bandas de música y miles de romeros. Cuando el santo sale de la capilla es felicitado por todos los asistentes a viva voz entonando la canción popular «Cumpleaños feliz», y al entrar de nuevo en la capilla, se canta lo de «Es un muchacho excelente» al son de las notas de la fanfarria local Suriellos y Garabatos. Una multitud, ataviada con variados blusones de distinto color —los chambrones—, según la peña a que se pertenezca, bastones en alto y la típica T de pan colgada al cuello, recorren la Villa y el camino hacia el lugar de la fiesta, en un ambiente inenarrable que se prolonga durante todo el día —comida campestre incluida— hasta las nueve de la tarde, hora en que comienza el regreso; un retorno difícil para quien no haya participado en la fiesta, que culmina a la llegada al parque de la Villa, coreando miles de voces la canción Ven a Luarca.

Nace la Cofradía de San Timoteo el 22 de agosto de 1910 de la iniciativa de un grupo de alegres y sanos amigos, todos ellos amantes del buen comer, el mejor beber y el buen cantar. Eran en su mayoría componentes del Orfeón Luarqués y de la Banda de Música La Lira. Su fundador fue Marcelino Rico Rivas, quien tomó el nombre de la fiesta de un calendario zaragozano, que solía llevar siempre a mano, en el que decía: «22 de agosto, festividad de San Timoteo Mártir».

Con don Marcelino fueron fundadores, entre otros, los siguientes y conspicuos timoteínos: Guillermo García Alcalde, artífice de la famosa y jocosa pastoral; Francisco Suárez Manso (Quico L´Ibelia), modelador y autor de la imagen de San Timoteo, así como también de la capilla; Faustino González Morilla; David Méndez; José Gamoneda; Ricardo Rico, José Trelles, Celestino Suárez; Manuel García Vidal; Luis González Morilla; Fermín Rodríguez Losada y José Rey Iglesias.

Esta festividad no tiene nada que ver con la legendaria versión de que el nombre de Timoteo fue tomado de un vaqueiro famoso por sus grandes borracheras cuando los domingos bajaba a Luarca y regresaba a su pueblo haciendo grandes equilibrios para sujetarse a la albarda de su mulo; o que San Mateo se fundó por la inauguración de la luz eléctrica en la Villa.

El primer año, la romería se celebró en el Campo de La Herrería, aproximadamente a un kilómetro desde el actual campo en dirección a Navelgas.

Desde 1911 la romería se celebra ininterrumpidamente en el campo actual, Campo de San Timoteo.

En el año 1928 se construyó la capilla que existe actualmente y la imagen de San Timoteo, todo ello obra de Francisco Suárez Manso.

El 12 de mayo del mismo año, la Cofradía de San Timoteo compró el prado denominado Los Campones, de cabida 86 días de bueyes a tierra (15.070 metros cuadrados) a los Marqueses de Ferrera y San Muñoz, vecinos de Avilés, por la cuantía de 2.700 pesetas, pasando a denominarse Campo de San Timoteo.

Enseguida la romería se convirtió en la más importante fiesta veraniega del occidente astur, y, al mismo tiempo, el santo en patrón de Luarca y de todo el concejo de Valdés.

En 1968 se construyó el actual puente de acceso al campo, sustituyendo a los famosos tablones de madera.

En 1971 la Cofradía adquirió a doña María Fernández García de Navelgas la parcela denominada Veigona y La Viña, actual área de aparcamiento y acceso al Campo, que mide ocho áreas y noventa y ocho centiáreas.

Otra fecha destacable es la de la construcción en 1974 de La Panera, situada en el Campo de San Timoteo.

El 14 de diciembre de 1979 se establecieron los nuevos Estatutos de la Cofradía de San Timoteo, siendo éstos aprobados por el Gobierno Civil de la Provincia el 21 de diciembre del mismo año.

En 1985 se compuso el himno oficial de San Timoteo con motivo del setenta y cinco aniversario de la Cofradía, con letra de Román Suárez Blanco y música de José Fernández Avello, con gran acogida entre todos los timoteínos.

En mayo de 1993 el Centro Asturiano de Madrid hizo entrega en Oviedo del Urogallo de bronce de 1992 a la directiva de la Cofradía como premio por la organización de las fiestas.

La cofradía cuenta en la actualidad con tres mil trescientos cofrades.

Desde sus inicios, los festejos de San Timoteo contaron con grandes atracciones, pruebas deportivas, cucañas, carreras de cintas, partidos de fútbol, carreras de ciclismo en todas sus modalidades, ascensos a nado por el río Negro con obstáculos (como anécdota no muy lejana, esta prueba, en vista de la errónea previsión de la marea, tuvo que ser suspendida).

Por San Timoteo actuaron artistas de gran relieve, sobresalientes bandas de música, orquestas de fama internacional, agrupaciones folclóricas de coros y danzas de toda la región, grupos de teatro... Hubo conciertos corales, desfiles de carrozas, festivales infantiles, festivales intercélticos, etc.

De enorme tradición es la colección de fuegos de artificio que se quema el día 21 de agosto en los espigones del muelle y los desfiles de gigantes y cabezudos.

Durante el mes de agosto también se celebra en Luarca un importante acontecimiento cultural, el Certamen Nacional de Pintura, patrocinado por el Ayuntamiento de Valdés, en el que desempeña un papel fundamental el trabajo incansable del crítico de arte Jesús Villa Pastur. De reconocida fama en todo el ámbito del Estado, han participado en este certamen reputados pintores.

Otras dos fiestas en el concejo son de singular importancia: La Vaqueirada, en Aristébano, y La Regalina, en Cadavedo, declaradas ambas de Interés Turístico. La primera está dedicada a los vaqueiros, siendo de gran interés etnográfico la boda vaqueira, en la que los novios acuden con su ajuar en los carros; no faltan los típicos bailes de este grupo humano, bailes de una fuerza y vigor increíbles, que inmortalizó Rogelia la Vaqueira por toda Europa, al son de la payietcha (sartén) y el pandero.

La Regalina de Cadavedo es otra renombrada fiesta, que conserva un gran sabor asturiano. Participan en ella todos los vecinos del pueblo, así como infinidad de visitantes, que acuden a la ermita ataviados con el traje regional. Procesión, rifas de alfiladas, bailes, comida de campo y un extraordinario colorido definen esta fiesta, que acontece en un marco paisajístico excepcional. En su transcurso puede verse la versión original de una jota compuesta en Cadavedo, entre los años 40 y 50, con la música de un popurrí; recuerda la estructura de los bailes tradicionales. Los grupos folclóricos de la posguerra la difundieron, y hoy figura, aunque bastante falseada, en el repertorio de muchos.

Además de las reseñadas, muchas son las fiestas de Valdés, puede decirse que una por cada pueblo. Entre las más representativas, la de San Miguel, en Trevías, cierra el ciclo de los festejos veraniegos, al celebrarse a finales de septiembre. En Otur la de Santa Rita, el Carmen en Barcia y tantas otras en las que se manifiesta toda la vitalidad del pueblo valdesano:

Alienes: San Antonio, 31 de julio.

Almuña: San Lorenzo, 10 de agosto.

Arcallana: El Carmen, fin de semana anterior al 16 de junio.

Aristébano: La Vaqueirada, último domingo de julio.

Ayones: El Corpus Christi.

Barcia: El Carmen, 16 de julio.

Belén: La Virgen, primer domingo de octubre.

Brieves: Santa Tecla, 24 de septiembre.

Busto: San Bartolomé, 23 de agosto.

Cadavedo: La Regalina, último domingo de agosto.

Carcedo: San Bartolomé, 23 de agosto.

Castañedo: Santiago, 25 de julio.

Colinas: Santa Bárbara, agosto.

Luarca: Carnaval, Semana Santa, El Rosario (15 de agosto), San Timoteo (22 de agosto), Santa Catalina (25 de noviembre).

Muñás: Nuestra Señora, 15 de agosto.

Otur: Santa Rita, 22 de mayo.

Paredes: San Pedro, 29 de junio. El segundo sábado de cada mes de agosto, la parroquia es protagonista del Descenso Ecológico de las Hoces del Esva, cuyo propósito principal es la limpieza de las márgenes del río en el tramo comprendido entre Bustiello y San Pedro. El acontecimiento da lugar a una concurrida fiesta, en la que no faltan el pregón, la gaita y el tambor, los grupos folclóricos o la entrega de medallas conmemorativas a todos los participantes.

Trevías: San Isidro y Feria de Muestras (15 de mayo), San Miguel (29 de septiembre).

FERIAS DE GANADO

En Trevías:

—13 y 14 de diciembre (Santa Lucía).

—Feria del Premio (concurso de ganado y exposición de maquinaria agrícola), segundo lunes de septiembre.

—Durante todo el año: feria mensual, segundo lunes de mes; feria quincenal, quince días siguientes a la anterior. A lo largo del año, las ferias en Trevías se inician el segundo lunes de mes y, luego, a los quince días.

—Feria de mayo: San Isidro, primera quincena de mayo, segundo lunes de mes.

MERCADO

—Todos los miércoles, en el centro de la villa de Luarca, se celebra el tradicional mercado semanal.

—Mercado Mensual de Artesanía del Occidente Asturiano (Luarca). Cada primer domingo de mes, en la plaza del Ayuntamiento (Alfonso X El Sabio, s/n).

FIESTA DE LA VAQUEIRADA

Antecedentes de la fiesta

En el año 1959, los alcaldes de los Ayuntamientos de Valdés y Tineo decidieron organizar un festival con el fin de recuperar las costumbres y la cultura tradicional de los vaqueiros de alzada. En este festival el acto más destacado lo constituía la celebración de una boda, de la que eran protagonistas los propios vaqueiros.

El día de la boda, la comitiva formada por los novios, padrinos e invitados, iba precedida del ajuar llevado en un carro del país tirado por dos bueyes. Llevan en él un arca o baúl con ropa blanca y a su alrededor algunos sacos de trigo y los enseres que componen el ajuar; encima de todo va la cama matrimonial en la que destacan los encajes de las sábanas, de las almohadas y los primores de la colcha. Y, por último, la cesta de la madrina, adornada con lazos y llena de pan, huevos, manteca y dulces.

Una vez celebrada la boda, tenía lugar la típica comida vaqueira compuesta por jamón cocido, chosco, empanada o bollo preñao, frixuelos, nata montada de las brañas y café negro de puchero.

Desarrollo de la fiesta

El Festival Vaqueiro se celebra todos los años el último domingo de julio. A las 12 de la mañana se reúnen en el Alto de Aristébano los novios, los padrinos, los Vaqueiros Mayores, los Vaqueiros de Honor, autoridades, grupos folclóricos e invitados a la fiesta. Este cortejo, seguido de cientos de acompañantes, parte de la Braña de Aristébano; los novios, montados en caballos o mulares, se desplazan al lugar, donde se celebrará la boda (al aire libre) y donde ocuparán lugar destacado los mentados protagonistas.

A la ceremonia religiosa le sigue la típica comida vaqueira entre los invitados a los actos, en uno de los muchos prados existentes en las inmediaciones y sentados sobre la hierba.

Posteriormente se procede a la entrega de nombramientos y galardones a los Vaqueiros/as Mayores y de Honor y, seguidamente, tienen lugar las coplas de careo y los típicos bailes vaqueiros, en cuyo rescate, restauración y dignificación resultó decisiva la labor de la inolvidable Rogelia Gallo, vaqueira de Aristébano, quien veló por la autenticidad de atuendos y bailes, y dio conocer en Oviedo, Gijón, Madrid, Roma y Berlín las vaqueiradas desde finales de los veinte, como directora de un espectáculo folclórico, en el que intervenía también en calidad de danzante y magistral ejecutante del pandeiru. «Los instrumentos de percusión vaqueiros más característicos eran, al tiempo, útiles domésticos: pandereta, sartén (payetcha), cazu, pandeiru —bañu utilizado para limpiar el trigo—, castañuelas pequeñas... No utilizaban la gaita, instrumento propio de la marina. Las canciones, generalmente en cuartetas, animan bailes con danzantes formando dos filas (jota, gallegada y media vuelta) o un corro (arroubau, careau, araña, dancitas de alrededor). Corresponde, por lo general, a las mujeres marcar el ritmo y cantar» (Mónica Díaz y Mª Teresa Costales). El folclorista y periodista Modesto González Cobas, uno de los impulsores del festival vaqueiro, en su Guía turística, histórico-descriptiva de Luarca y su antiguo concejo de Valdés ofrece a la curiosidad del lector coplas del «romancero» vaqueiro de Luarca; algunas ya habían sido recogidas por Acevedo y Huelves; otras, las más, eran inéditas, de su archivo. Sirva las siguientes de pequeña muestra:

Esti pandeiru que tocu

ya de petchellu d´ovetcha,

ayer berraba n´el monte,

güey toca qui retumbietcha.

—:—

Toca, pandeireta, toca,

que te tengu arreventare:

delantre de quien you quixe

nunca quixiste tocare.

—:—

Vaqueirina, vaqueirina,

¿la tua braña dúnde queda?

Atchó´arriba na´quel´altu

de Chuarca, xunta la vera.

—:—

Antes que Dios fuera Dios

ya´l sol diera nestos riscos,

xa los Feitos eran feitos

ya los Garridos garridos.

Como complemento de los actos festivos, durante la semana se llevan a cabo unas Jornadas de la Cultura Vaqueira.

En 1965, mediante Resolución de 18 de mayo de la Subsecretaría de Turismo, se concede el título de Fiesta de Interés Turístico a la Fiesta de los Vaqueiros de Alzada.

El lugar de la fiesta

Flanqueada por las sierras del Estoupo y Silvallana, se levanta la braña de Aristébano —con 572 m de altitud y 32 habitantes— junto al límite que divide geográficamente los concejos de Valdés y Tineo.

Erguida verde y apacible entre las depresiones que forman los barrancos de Agüera y Aristébano, goza esta braña de una privilegiada posición desde la que se desliza suavemente hacia la costa en medio de una extraordinaria belleza.

Desde Luarca —de la que dista 17,3 km— y Pola de Allande se llega a Aristébano por la carretera autonómica AS-219.

Desde La Espina se puede acceder utilizando dos vías alternativas:

—Por Tineo, a través de las carreteras AS-216, AS-217, AS-218 y AS-219 (itinerario: Piedrafita, Bárcena del Monasterio y Navelgas).

—Por Brieves (Valdés), a través de las carreteras N-634, AS-221 y AS-220 (itinerario: Merás, Paredes, Agüera y Naraval).

El atuendo vaqueiro

Dado el carácter peculiar de la fiesta y para contribuir a su autenticidad, la organización recomienda que los hombres vayan provistos de sombrero vaqueiro o montera picona, camisa blanca y pantalón oscuro. A las mujeres, a ser posible, se les solicita que acudan con pañuelo a la cabeza y saya típica.

Concejo de Valdés

Mar, Río y Montaña, conforman el concejo de Valdés. Su capital es Luarca, conocida como la "Villa Blanca de la Costa Verde". Bellezas naturales, calamares gigantes, leyendas como la del Puente del Beso, arquitectura modernista e indiana, tierra de sabios que han marcado un hito en la historia del conocimiento humano. Bello, sabio, enigmático y enorme, así es Valdés.

Los concejos (municipios) que limitan con el Concejo de Valdés son: Cudillero, Navia, Salas, Tineo y Villayón. Cada uno de estos concejos (municipios) comparte fronteras geográficas con Valdés, lo que implica que comparten límites territoriales y pueden tener interacciones políticas, sociales y económicas entre ellos.

Comarca Vaqueira

Toma su nombre de los vaqueiros de alzada, grupo social con una cultura nómada, que ha dejado su impronta en una extensa comarca de cinco municipios, donde hay un poco de todo: costa e interior, y en el interior, montañas, sierras, valles, ríos, frondosos bosques…

La comarca está conformada por uno o varios concejos (municipios). En este caso: Allande, Cudillero, Salas, Tineo y Valdés. Los concejos representan las divisiones administrativas dentro de la comarca y son responsables de la gestión de los asuntos locales en cada municipio.

Conocer Asturias

«Asturias, una hermosa región situada en el norte de España, alberga una gran cantidad de Bienes de Interés Cultural (BIC) que reflejan su rica historia y patrimonio cultural. Estos BIC, reconocidos por su importancia histórica, arquitectónica, arqueológica, artística o científica, son testimonios vivos del pasado y atractivos turísticos que atraen a visitantes de todo el mundo.»